Mirada desnuda

De esos días...... en los que tienes que hacer tantas actividades que vas contra reloj, y sueles encontrarte con personas "Místicas" y caes en cuenta del incremento de personas que te hablan de energía, vibración ... una idea alegremente revolotea mis pensamientos...vaya! vaya! cuantas personas hoy en día están teniendo aproximaciones a la física, química y filosofía, en esos instantes una  pregunta emerge, será que ellos son  conscientes de esas ligeras aproximaciones.... y regreso nuevamente al comentario, explicación, disertación esotérica y mística que brindan sobre la vibración.  Mientras la disertación se hace más prolongada la tensión aumenta y los recursos mágicos se incrementan, sigo de oyente. Mientras pienso... estamos frente a un caso práctico denominado "aceptar" o como mis interlocutoras lo llaman "vibración" decido abandonar el lugar  con este pensamiento en mi mente.  sobre el aceptar: Aceptar es recibir o tomar lo que el otro nos br

El sacrificio asociado al amor está tan arraigado a nuestra cultura, que llegamos a creer que la infelicidad o la incomodidad del otro es una muestra de afecto, y que el éxito de nuestras relaciones está basado en este acto de renuncia. Las grandes historias de amor nos muestran nimias y trascendentales renuncias. Comúnmente, la idea de considerar al amor como fuente de sufrimiento se ha aprendido de generación en generación. El sacrificio, tan bien valorado por la sociedad, es base de muchos de nuestros vínculos. A lo largo de la historia la religión validó el sacrificio como algo sublime y loable. Según Edward B Tylor, en los orígenes de las civilizaciones, el hombre primitivo tomó noción del alma, “animismo”. Al intentar congraciarse con esos seres superiores ya que creían que la ira de ellos era la causa de sus calamidades, optaron por hacer ofrendas, para lo cual sacrificaban sus posesiones tales como vegetales, animales, hasta humanos (como es el caso de las culturas Mayas